La agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de El Salvador a ‘CCC’ debido al alto nivel de endeudamiento y los riesgos de impago de $800 millones en eurobonos a vencer en enero 2023.

La calificación “CCC” significa que existe un incumplimiento como “una posibilidad real”, en donde la capacidad para cumplir con compromisos financieros depende “exclusivamente de condiciones económicas de negocios favorables y estables”.

La calificadora explicó en un comunicado publicado el miércoles, que los riesgos financieros de El Salvador derivan de una dependencia de deuda a corto plazo, un pago de eurobonos de $800 millones, que vencerán en enero del 2023, así como un déficit fiscal que la entidad considera “aún alto”.

Los riesgos se extienden y abarcan el limitado alcance para un financiamiento adicional en el mercado local. Fitch Ratings también cataloga como “incierto” el acceso a financiamiento multilateral adicional.

La entidad estima que la relación deuda y Producto Interno Bruto (PIB) aumentará hasta el 86.9 % en relación del en 2022.La calificadora menciona razones políticas y la adopción del bitcoin como factores determinantes en la calificación.

“En opinión de Fitch, el debilitamiento de las instituciones y la concentración de poder en la presidencia han aumentado la imprevisibilidad de las políticas, y la adopción de bitcoin como moneda de curso legal ha agregado incertidumbre sobre el potencial de un programa del FMI que desbloquearía el financiamiento para 2022-2023”, expone en su publicación.

El Salvador enfrenta riesgos crecientes debido a las altas y crecientes necesidades de financiamiento en 2022-2023”. Fitch Ratings, calificadora de riesgo

Riesgo de financiamiento

La institución manifiesta que aunque el gobierno se comprometió a pagar la deuda el país aún tiene riesgos en el financiamiento para el 2022 y 2023.

$4,850 millones son los que Fitch estima que El Salvador necesitará en torno al financiamiento para 2022, que alcanzará los $5,400 millones para el próximo año.

Retoma que en los últimos dos años la deuda a corto plazo, sobre los Cetes y Letes, aumentó a $2.6 millones en enero del 2022.

“Fitch estimó una brecha de financiamiento de $1200 millones en 2022, asumiendo la renovación de la deuda a corto plazo y casi $1000 millones que el gobierno ha identificado en desembolsos multilaterales y emisión de deuda relacionada con pensiones. La brecha aumenta a $2.500 millones en 2023”, continúa la entidad.

Diferencias con el FMI.

Fitch señala que el gobierno salvadoreño ha estado en conversaciones prolongadas con el FMI durante casi un año para un posible programa de tres años de $1,300 millones; “sin embargo, existen diferencias importantes entre las dos partes en muchas áreas clave, en opinión de Fitch”.

Fitch destaca el artículo IV del FMI, en el que entre otras cosas, reitera que el Fondo pide eliminar el bitcoin como moneda de curso legal.

El martes el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, descartó que el país tuviera riesgo de impago de los eurobonos a pagar en 2023, y destacó que los diálogos con el FMI continúan, así como otras posibles alternativas de financiamiento.

Hacienda ya explicó que era “falso” que el FMI solicitara eliminar el bitcoin como moneda de curso legal, pues a su juicio pedía limitar y evaluar.
800
Millones
Uno de los riesgos financieros es el pago de $800 millones en bonos.
86.9 %
Deuda
Se espera que la relación deuda y PIB aumente hasta el 86.9 %.
$1,600
Millones
El Salvador ya adquirió $1,600 millones de deuda en Letes.