Las épocas vacacionales no solamente traen descanso y esparcimiento sano, desgraciadamente nos traen dolor, accidentes lamentables, personas ahogadas, muchas tragedias que pudieron evitarse con un poquito de responsabilidad y sentido común.

La meta de todos debería ser disfrutar responsablemente para regresar sano y salvo de las vacaciones. Por mucho esfuerzo que las autoridades hagan en el despliegue de seguridad y control vehicular, especialmente el antidoping, en esta época se nota más la falta de conciencia de las consecuencias de nuestros actos.

Abundan aquellos que conducen en estado de ebriedad o drogados y en muchos casos, se trata de gente que conduce vehículos con docenas de pasajeros. Es usual ver accidentes provocados por gente que se distrae, generalmente por el mal uso del teléfono móvil, ya sea hablando o enviando mensajes de texto. Aunque está clara la prohibición de esta práctica, muchos siguen haciéndola, poniendo en peligro su vida y la de aquellos que tienen la mala suerte de circular cerca de ellos.

Las consecuencias de la irresponsabilidad llegan también a nuestros seres queridos, a veces de manera irremediable e irreversible. No olvide cuidar a sus niños y ancianos. Ellos pueden pagar las consecuencias de sus actos.

Actúe responsablemente tomando todas las precauciones que sean necesario para que disfrute bien su merecido descanso y además, tenga un feliz retorno a casa, al trabajo y a la cotidaneidad de la vida al terminar este periodo.