El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, abogó este jueves en Washington ante el vicepresidente estadounidense por el destino de los niños migrantes separados de sus padres en Estados Unidos, una preocupación que también expresaron otros gobiernos del Triángulo del Norte de Centroamérica presentes en la reunión.

En el marco de la Segunda Conferencia sobre la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, recibió en la sede del Departamento de Estado al mandatario hondureño, junto al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y al vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz.

"Le hago la solicitud de poder buscar la legalización del (TPS) de los hondureños que se encuentran en Estados Unidos", dijo el presidente de Honduras, en alusión al programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege a unas 400.000 personas de países como Haití, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Nepal, Sudán del Sur, entre otros, que el gobierno estadounidense busca terminar.

"Nos urge además que los 119 niños separados de sus padres en este país sean devueltos a sus hogares. No puedo regresar sin una respuesta a Honduras", afirmó Hernández.

También el vicepresidente de El Salvador se refirió a la situación de los menores: "Nos preocupa el tema de la reunificación familiar, el tema de los niños y niñas en Estados Unidos, el tema de TPS, necesitamos tiempo en el Triángulo del Norte para abordarlo en el corto plazo y avanzar", dijo Ortiz.

Pence fue contundente al pedir a los líderes centroamericanos que envíen un mensaje a sus ciudadanos: "Si no pueden venir a Estados Unidos legalmente, no deberían venir".

Lo escuchaban también el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de gobernación (interior) de ese país, Alfonso Navarrete, quienes participaron en la conferencia centrada en el tema de la migración.

- Pence llama la atención sobre China -

Además, en la cita, el vicepresidente estadounidense llamó la atención a los países de la región sobre su vínculo con China.

"Les digo a cada uno de los países representados aquí, en nombre de mi gobierno, en un momento en que ustedes construyen asociaciones comerciales con otras naciones como China, les pedimos que se concentren y les pedimos transparencia y que piensen en sus, y en nuestros, intereses a largo plazo", indicó Pence.

"Hoy, en un momento en que China intenta expandir su influencia en la región, creemos que la mejor manera de resolver estos problemas es el fortalecimiento de los vínculos entre Estados Unidos y el Triángulo del Norte", agregó el vicepresidente.

La conferencia tuvo que ser reprogramada después de que en septiembre Estados Unidos retirara sus embajadores en El Salvador, República Dominicana y a su encargada de negocios en Panamá, luego de que estos países restablecieran sus relaciones con China y rompieran con Taiwán.

Taiwán y China mantienen desde hace años un tire y afloje diplomático con países en desarrollo, prometiéndoles apoyo económico y otras ayudas a cambio de reconocimiento diplomático.

La violencia en Centroamérica, especialmente en el llamado Triángulo del Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), ha empujado a familias enteras, y en muchos casos a niños solos, a huir, emprendiendo un peligroso viaje hacia Estados Unidos.

Después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, lanzara la política de "tolerancia cero" frente a la inmigración clandestina, más de 2.300 menores fueron separados de sus padres, con quienes habían cruzado ilegalmente la frontera del país.

Mediante el pacto denominado "Alianza para la Prosperidad", Washington otorga ayuda financiera para implementar programas que mejoren las condiciones de seguridad y crear oportunidades de desarrollo para frenar la migración.

Más de 500.000 personas cruzan clandestinamente la frontera sur de México cada año en su intento por llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas. La mayoría son centroamericanos que escapan de la violencia y la pobreza de sus países.